Morirse de Hambre.....

Ante los oidos sordos y la mirada esquiva de un gobierno indiferente, que permitió, que en un largo poco a poco se te fuera apagando la vida, tu cuerpo se fué reduciendo cada vez más, consumiéndose con él, la esperanza de ser escuchado.... y en ese esperar, te llegó la muerte.
Te moriste de hambre, de un hambre llena de amor por los tuyos, de un hambre llena de valentía, porque hay que tener valentía, para dejar de alimentarnos sin saber hasta cuando. Hay que ser un valiente, para no doblegarse ante la humillación e indiferencia, de parte de quienes se supone, deberían estar en defensa de nuestros derechos como ciudadanos. Hay que tener valor, para arrancar la más mínima parte de nuestro cuerpo por una causa, hay que ser un valiente! Ya quisieran aquellos que te abandonaron, que te aislaron, que te hicieron prisionero, poderse medir contigo, que va! no te llegaban ni cerca. Pero siempre fué más fuerte, tu dignidad y tu decencia.

Te moriste de hambre, hambre de justicia, hambre de que las cosas fueran rectas, hambre de poder ser libre para decidir sobre lo que era tuyo, de tener la libertad de defender tu verdad.

Franklin Brito, déjame decirte que tu sacrificio huele a patria y Dios quiera que a la rabia que no deja paso al miedo, que de pronto convierte en monstruo los sentimientos dormidos de un pueblo, que despierta en contra del atropello y de la injusticia.

Tu sacrificio, abrió el camino....

La muerte es vida, es paz, es libertad. Tú,.... ya eres libre...

Descansa en Paz.