Wednesday, November 21, 2012

Feliz Día de Acción de Gracias!

Que tengamos todos un feliz día, con mucha salud y alegría por todas las cosas buenas que Dios nos ha concedido. Que Dios proteja nuestros hogares y que nos llene de bendiciones y unión para compartir nuestra mesa.
 Feliz Día de Acción de Gracias para todos!


Sunday, November 18, 2012

Esperar, a que el tiempo pase....

Otoño, se acerca el tiempo en que vendrán todos para las fiestas de fin de año, pero también es el tiempo en que nuevamente, se volverán a ir.

Frente a mi ventana, la brisa fría del otoño se cuela hiriente por las rendijas. Una apacible lluvia arrulla mis pensamientos, mientras recorren por mi mente aquellos días en que a cada uno le tocó partir...

Cuando los hijos se van de casa, algunas cosas cambian. Se termina una etapa. La etapa de cocinar para ellos, la etapa de jugar con ellos, la de despertarlos para que no lleguen tarde. Se acaba la etapa de esperarlos y recibirlos, la de conocer sus horarios y la de saber exactamente dónde están.

Dicen por ahí que se van, porque ya están aptos para emprender el camino hacia la vida. Dicen, que es el tiempo de que los padres se dediquen más a sí mismos, porque ahora tienen más tiempo libre, eso dicen por ahí.

Lo que pasa, es que cuando los hijos se van, sentimos como que un dardo certero y punzante nos atraviesa el alma y nos deja, heridos de muerte.

Dicen que hay que... esperar, a que el tiempo pase, unos días, unos meses, en fin, que el tiempo es el mejor amigo para estos menesteres de tristezas.

".... yo sigo aquí, frente a mi ventana, el sonido de la lluvia me sigue arrullando... "

Fueron años de esfuerzos, de esperanzas y de incontables momentos de felicidad. De ayudarlos en sus caídas, de reirnos juntos, de saborear sus logros, pero en cuestión de un pestañear, se fueron, a vivir sus propias verdades, sus propias desesperanzas y también, sus propias felicidades.

Pero así como dicen, que si cuando el tiempo pase nos vamos a sentir mejor, no obstante, eso no impide que sintamos el vacío de que ya no están, de que la música ya no se oiga tan alta, de que el teléfono dejó de sonar seguido, y de que tenemos el derecho de sentirnos en duelo. Tenemos derecho a ese duelo, de poder llorar, lamentarnos si queremos y poco a poco, superarlo, secar las lágrimas y luego, sólo luego! seguir adelante.

Hay que pensar en positivo y aprender a dividir la vida, entre los hijos que se fueron de casa y que cada vacación regresarán de nuevo, y entre nuestras propias vidas con nosotros mismos.

Cuando los hijos se van de casa la vida de ellos continúa, la de nosotros, se parte en dos: una sigue su curso y la otra, se queda atrás, en el cuidado de su infancia, en la lágrima que secamos, en la manita que limpiamos, en las noches que consolamos, en el consejo, que una vez les dimos.

Así es la ausencia, que se queda con nosotros y que en murmullos de silencios se confunde, con el eco adormecido de sus voces, con el vacío de sus locuras, la irrespetuosa falta de sus carcajadas, y en su habitación, como si estuvieran vivos aquellos días, aún quedan los reflejos de una luz encendida a media noche...

"... hace frío. Se ha ido la lluvia, llevándose consigo el arrullo taciturno que daba vida a mis recuerdos. Abandono mi ventana y bajo mi manta, contra mi pecho, aprisiono la lectura que la lluvia interrumpió.... "