A la llegada del otoño le siguen, los días serenos que nos arropan el alma con su quietud. Parece que el tiempo no avanzara. Es como si al estar en el medio de una calle, todo se paralizara. Es el tiempo en que los pájaros anuncian con su llegada, su huida de los gélidos vientos del norte. Es el tiempo en que acontece, un disparate en el entendimiento con la luz, y en el que hay un silencio profundo que produce, demasiado ruido en el corazón. Y es también, el tiempo que escogemos, para agradecer...
Tal vez no haga falta el otoño, pero de repente sea necesario ese: silencio, para dar gracias... Por todas las bendiciones recibidas. Por la bella familia que tenemos, por los amigos con que contamos, por las dificultades que a diario enfrentamos. Por las tristezas, por todas las alegrías... y darte gracias Señor, para seguir siendo merecedores de Tu amor, que nos brindas con paciencia, bondad y tanta Misericordia.
Feliz Día de Acción de Gracias para todos!
0 comments:
Post a Comment