Sunday, September 29, 2013

Usa el bastón!


Estaba en el texto del correo que una amiga me envió:

"Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay dentro de tí.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar,
usa el bastón!
pero nunca, nunca te detengas."

En este andar por este mundo nos enfrentamos con la ingratitud de los cambios con que el tiempo nos obsequia y en cómo éstos repercuten en nuestro organismo. Por diferentes razones, algunas personas se ven en la necesidad de utilizar algún artefacto, como por ejemplo: un bastón, para asistirse para una mejor movilidad y desplazamiento. Por supuesto, como consecuencia, esto trae consigo una transformación en la apariencia física, y en la muy apreciada: elegancia.

Pero no quedándonos contentos y resignados, indagando un poco en la web, descubrimos todo un mundo alrededor del bastón, instrumento que a diario observamos en quienes lo utilizan y desde nuestra vista, luce como algo corriente y aburrido. Pero NO!, el bastón tiene lo suyo. Haciéndole justicia, el bastón tiene su alcurnia, su linaje y toda una historia.

Este pequeño y gran artilugio, ha acompañado siempre al ser humano, utilizándose como accesorio en el vestir, como cetros en las monarquías, instrumento para tomar medidas, como arma para defenderse, como instrumento de juegos, y un largo etcétera.

Aparte de haber fungido como herramienta para un sin número de usos, data desde épocas antiguas que el bastón, se haya convertido de ser, una herramienta de alguna utilidad, de que haya pasado a través de su historia por las grandes pasarelas de la moda universal, a un accesorio con signos de poder con la aparición de los bastones de mando, sin olvidarnos de los bastones que sirven como herramienta para que las personas invidentes puedan orientarse y de los que imprimen solemnidad en los rituales religiosos.

A través de su historia, el bastón se convierte en un signo de distinción para las clases privilegiadas. Muchos retratos de personajes eminentes aparecen empuñando bastones como un símbolo de distinción y aristocracia, pasando a formar parte de las últimas creaciones de la moda, pues acompañado de un sombrero y unos guantes, daba el último toque en materia de elegancia y distinción.

El descubrimiento de américa, aumenta la diversidad en las creaciones, debido a la gama de nuevas maderas hasta ahora desconocidas, que permitieron la innovación en nuevos ejemplares a los que inclusive se le agregaban incrustaciones en oro y piedras preciosas.


En fin, todo muy interesante, hasta ahora. Pero... qué pasa, cuando hay que utilizarlo porque no nos queda más remedio? Cuando no nos gusta, no queremos, no nos acostumbramos, a usar un bastón? Porque para ser honestos, para qué utiliza hoy día el bastón el común de los mortales si no es para, no caerse! y poder seguir adelante sin que la dignidad se encorve por la vida, faltaba más!

Hoy día el bastón ha quedado en desuso como accesorio en las etiquetas del buen vestir, ya no embriaga más con su prestancia. El bastón, ha pasado a ser el compañero en la vida de muchos, o mejor, en el caminar de muchas personas. Es sólo que a veces, cuesta aceptarlo como compañero inseparable. Sé, de quienes optan por no salir de casa debido a tener que llevarlo consigo. 

Con el correr del tiempo te das cuenta de una cosa, y es que: la edad no perdona, o tal vez, los huesos? Sí, son los huesos, y no un bastón deba hacernos dejar de cruzar el umbral y disfrutar de la vida.

En todo caso la elegancia, con bastón o sin él, no va escrita en la etiqueta de la ropa que llevamos puesta, ni en el bastón que nos acompaña. La elegancia no tiene un valor monetario, ni depende de una apariencia externa, es un gesto, un don de gente, es un sentarse junto a la vida y mirarla con garbo y amabilidad. Además, la elegancia nunca nos abandona, sólo tenemos que tratarla bien y decirle...

"... siempre estarás conmigo, aunque tú no lo quieras, pues la elegancia se lleva, por dentro, además de por fuera... "








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