La fría brisa de la mañana todavía nos invita a salir abrigados. Aunque ya casi que disfrutamos del último aliento, de un invierno que está a punto de desvanecerse. Entre tanto, mientras siento en mis huesos la humedad y un cielo nublado ya amenaza nubarrones, me encontré leyendo: La Sociedad Literaria y del Pastel de Cáscara de papa de Guernsey.
Sus autoras: Mary Ann Shaffer (1938-2008) y Annie Barrows.
Su creadora: Mary Ann Shaffer, escritora y editora, quien fallece antes de poder completar su obra. Es así como su sobrina, Annie Barrows, se hace cargo y como resultado de esta labor conjunta, se logra un trabajo hermoso.
La historia se desarrolla cuando sus personajes, habitantes de la Isla de Guernsey, situada en el Canal de la Mancha, escriben cartas a Juliet, joven periodista que anda en busca de una historia, y sus cartas, hacen que ella, termine atrapada y ligada a ellos a través de sus misivas. Recordé los tiempos en que recibíamos cartas. Hoy, la modernidad, ya nos pone de frente y al instante a nuestros destinatarios.
Es un libro de una lectura liviana, que te enamora a medida que se va uno adentrando en la historia y va conociendo a sus personajes, sencillos y llenos de humanidad. Vemos como el poder de la lectura, une unas almas, unos por convencimiento y otros, que aunque renuentes, terminan rendidos ante la abstracción de sus propias penas por la magia de la literatura, en la creación fortuita de un círculo de lectura: La Sociedad Literaria y del Pastel de Cáscara de papa de Guernsey, y cuyas tertulias, sirven de escape a los difíciles tiempos que les toca vivir.
Una historia, donde cobran valor las letras de unas cartas que significan esperanza, en la vida de unos seres sencillos y cotidianos, tiernos y divertidos, cuyas vidas emergen de la oscuridad, durante la época de la posguerra, al sobrevivir la ocupación de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Su lectura, aunque parezca ligera y fácil, al pasar las páginas, está cargada del peso de un dolor profundo, de unas vidas, que con coraje tienen el valor de volver a ser divertidos y de abrigar un sueño, después de haber vivido uno de los capítulos más amargos, con que cuenta la historia de la humanidad.
Y como dice Amelia, cuando escribe a su amiga Juliet y le habla de todas las cosas vividas durante la Guerra y de cómo ella, cuando quiere escapar de las ruinas que la rodean, mira el mar, y ella entonces florece de entre las cenizas.
De Amelia, a su amiga Juliet:
" ...ni flores, ni enredaderas, podrán ocultar recuerdos así ...."
Realmente, un libro para disfrutarlo.
Sus autoras: Mary Ann Shaffer (1938-2008) y Annie Barrows.
Su creadora: Mary Ann Shaffer, escritora y editora, quien fallece antes de poder completar su obra. Es así como su sobrina, Annie Barrows, se hace cargo y como resultado de esta labor conjunta, se logra un trabajo hermoso.
La historia se desarrolla cuando sus personajes, habitantes de la Isla de Guernsey, situada en el Canal de la Mancha, escriben cartas a Juliet, joven periodista que anda en busca de una historia, y sus cartas, hacen que ella, termine atrapada y ligada a ellos a través de sus misivas. Recordé los tiempos en que recibíamos cartas. Hoy, la modernidad, ya nos pone de frente y al instante a nuestros destinatarios.
Es un libro de una lectura liviana, que te enamora a medida que se va uno adentrando en la historia y va conociendo a sus personajes, sencillos y llenos de humanidad. Vemos como el poder de la lectura, une unas almas, unos por convencimiento y otros, que aunque renuentes, terminan rendidos ante la abstracción de sus propias penas por la magia de la literatura, en la creación fortuita de un círculo de lectura: La Sociedad Literaria y del Pastel de Cáscara de papa de Guernsey, y cuyas tertulias, sirven de escape a los difíciles tiempos que les toca vivir.
Una historia, donde cobran valor las letras de unas cartas que significan esperanza, en la vida de unos seres sencillos y cotidianos, tiernos y divertidos, cuyas vidas emergen de la oscuridad, durante la época de la posguerra, al sobrevivir la ocupación de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Su lectura, aunque parezca ligera y fácil, al pasar las páginas, está cargada del peso de un dolor profundo, de unas vidas, que con coraje tienen el valor de volver a ser divertidos y de abrigar un sueño, después de haber vivido uno de los capítulos más amargos, con que cuenta la historia de la humanidad.
Y como dice Amelia, cuando escribe a su amiga Juliet y le habla de todas las cosas vividas durante la Guerra y de cómo ella, cuando quiere escapar de las ruinas que la rodean, mira el mar, y ella entonces florece de entre las cenizas.
De Amelia, a su amiga Juliet:
" ...ni flores, ni enredaderas, podrán ocultar recuerdos así ...."
Realmente, un libro para disfrutarlo.
